El aceite es uno de los puntos clave para que el motor de nuestro coche funcione correctamente. Normalmente la gente acude al taller para que, durante las revisiones oficiales, se le cambie o rellene el aceite, pero también podemos optar por hacer la operación nosotros mismos. Es bastante sencillo, pero tenemos que seguir una serie de consejos que aquí vamos a detallar.
El motor del coche debe estar siempre en frío, para comprobar realmente el nivel de aceite que tenemos y no quemarnos al hacerlo.
Debes localizar el tapón que da acceso al depósito del aceite, que va identificado con la palabra ACEITE o, en inglés, OIL. Incluso en algunos casos encontraremos un dibujo identificativo.
Si tiras del tapón del aceite, saldrá con él una varilla que hace las veces de chivato. Verás en ella dos muescas entre las que se debe situar la mancha de aceite que nos indica cuánto tenemos. Ésta debe estar lo más cerca posible del máximo.
Si tienes que echar aceite, hazlo poco a poco. Es mejor tener que repetir la operación que te estamos contando un par de veces que pasarte. Una vez que rellenes, cierra de nuevo el tapón y deja que repose todo durante unos cinco minutos.
En la medida de lo posible debes echar siempre el mismo tipo de aceite en tu coche, salvo que cambies el depósito entero, ya que cada marca y cada tipo de aceite tiene una serie de propiedades y viscosidad diferentes.